martes, 23 de diciembre de 2014

NUEVAS ESPECIES DE SETTER. EL SETTER MOÑAS.


Los expertos que elaboran la CSU, Clasificación Universal de Setters, serán muy listos y muy titulados, pero no hacen bien su trabajo: se empeñan en decir que la gran y esplendorosa familia de los setters se compone de irlandés rojo, de irlandés blanco y rojo, de inglés (varias tonalidades) y de escocés o gordon. Pero yo que además de perrina linda y pizpireta soy investigadora mal pagada y víctima de los recortes a la ciencia he descubierto ya por lo menos dos, y lo que te rondaré, morena.

Por ejemplo, cuando estuvo en casa el viejuno porreta, ay qué majo el Tío Harley, descubrí que los de la USC (Universal Setter Clasification) no se habían enterado de que existía el Setter Bacalao, dícese del perrín lindo preferiblemente blue belton que en cuanto ve una bahía se arroja sin pensarlo y nada hacia Terranova movido por la estupidez y el instinto. Con el frío que hace en Terranova y lo lejos que está, señor de los espacios infinitos.

Pues eso, que después del Setter Bacalao he continuado con mis investigaciones y he descubierto analizando a Gelo otra subespecie clasificatoria más, el Setter Moñas. Con la foto esa que he puesto en la que el Gafapasta con muy mala leche le sacó con la cara de "jo, me riñen" debería bastar como prueba. También es interesante su afición por las baladas cursis de los 70 y su añoranza de los Pecos y ese día en que me confesó "Al final, nadie ha cantado en el mundo como Bing Crosby".

Pero lo requetedefinitivo es que en vez de ladrar dice "Ayayayayayay". ¿Que el Gafapasta se mete en la cama y le da un culazo para hacerse sitio? "Ayayayayayayay". ¿Que el Gafapasta se levanta por la noche a mear y le pisa la patita ligeramente con sus andares de paquidermo presonámbulo? "Ayayayayayayayayay". ¿Que el Gafapasta coge las correas para ir de paseo? "Qué nervioso me pongo ayayayayayayayayayay". ¿Que le tiro un muerdo por intentar quitarme el hueso de corvejón de buey de Kobe? "Ayayayayayayayayay, tía borde". ¿Que el Gafapasta le riñe por destrozar CDs o mear en el pasillo como si fuera la Fontana di Trevi? Cara de intenso, de profundo dolor de alma, y no dice nada pero piensa "Ayayayayayayayayay". Y es que como diría la Lignelli, una argentina chiflada aficionada al colorín y al bichón maltés, este perro es muy de sufrir.

Otro día os cuento que cuando no gimotea, habla en eco el muy absurdo. Pero ahora con tanta moñería me ha entrado subidón de azúcar y voy a pincharme algo en pata al polígono, que no lo resisto.

viernes, 19 de diciembre de 2014

EXTRAVÍOS DE TIBERIO


Diálogo absurdo del día.

Gafapasta: ¿Has visto a Tiberio?

Perrinalinda : ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?

G: Tú no eres hermana de Tiberio, so ridícula. Y además eres anglicanotea, así que no me cites la Biblia de Jerusalén, que en el Insti estás apuntada a Alternativa a la Religión.

PL: Pues no, no he visto a Tiberio. Borde, que eres un borde.

Es que la Gata Tonta de vez en cuando tiene ausencias. No, ausencias mentales no, que esas le van de serie al bicho, sino ausencias físicoquímicas en cuerpo mortal. Vamos, que nadie sabe dónde pezuñas se puede haber metido. Me decía Mami Glenda que cuando llegaron las mininas a casa, la Anabotella enseguida socializó con el ambiente, se proclamó alcaldesa del pasillo y empezó a arañar a troche y moche, pero que la Tiberio estuvo desaparecida un mes. El Gafapasta hasta estuvo buscando en el barrio por si se había caído por la ventana (ya la suponía mema), pero luego se tranquilizó porque de vez en cuando la comía desaparecía y aparecían las cagarrutas esas que yo me comía de pequeña pensando que eran bombones de gato. Así que pasó a ser la Gata Fantasma. 

Luego ya fue cogiendo confianza, pero nunca dejó de ser especial, muy especial. Tonta del potorro, vamos, que es otra forma de decirlo. Tanta confianza cogió que en los últimos meses, ya medio viejuna pero tan ridícula como siempre, hasta parecía haberse normalizado. Ya os contaré otro día los síntomas de su falsa recuperación. Pero de vez en cuando vuelve a padecer de desapariciones. O sea, que la gata está y de pronto ya no está. Y el Gafapasta se preocupa y mira por si se ha quedado a dormir, pobrecita, en el descansillo de la escalera y está fría fría como el agua de la ría, o si como pasó cuando era peque se ha metido en un cajón y se ha hecho un ovillo con los calcetines de verano y los calzoncillos viejos. O si se ha sentido extraterrestre (en realidad ES extraterrestre) y se ha camuflado como ET entre los peluches.

Gafapasta: Pues tú fuiste la última que la vio, que la tenías tumbada encima.

Perrinalinda: Porque es vampira calórica y tenía yo muy confortable la barriga. Pero luego se fue.

G: Pues no tengo ni idea de dónde puede haber ido.

PL: ¿Y a ti qué más te da? A más herencia tocamos.

G: Ja, ja, ja, me par - to . 

PL. ¿Has probado a echar pienso en el comedero y hacer ruido de bolitas a ritmo de mambo?

G. (no dice nada, pero echa pienso en el comedero y hace ruido con las bolitas a ritmo de zortzico, por llevarme la contraria más que nada)

PL. (no digo nada, pero le señalo con la cabeza a una gata ridícula, de pelo negro carbón y calcetines y careta blanco-deslavado)

G. Ah, vale.

PL. Que me dejes dormir de una vez y no me molestes con tonterías, calvo.

G. Cretina.

PL ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

domingo, 7 de diciembre de 2014

CATALOGANDO BASURAS


Pues qué queréis que os diga, a mí me parece que a veces el Gafapasta sobreactúa, que acaba de llegar a casa y ya se ha puesto a dar alaridos como si fuera una invasión bárbara el solito.

Y todo porque Gelo y yo hemos leído que Pavisoso, el alcalde ese que tiene Santander tirando a lerdo, va a instalar por toda la ciudad una recogida inteligente de basuras, también conocida como Smartmierda Off, así que a lo mejor deja de molestarnos a las tantas de la madrugada con sus malditos camiones de la basura y su smartestruendo, que me despierta, me aturde, me asusta y me pone requetenerviosa. Que una es perrina linda pero impresionable.

Pues eso, que cuando se fue por ahí a tomar la fresca, le dije yo a Gelo o me dijo Gelo a mí, que ya no me acuerdo, que por qué no colaborábamos con los nuevos tiempos y le clasificábamos la basura al Gafapasta, que majo es majo, pero bardal un rato. Ni cortos ni perezosos nos pusimos manos a la mierda y le vaciamos varias bolsas de basura que tenía por ahí par tirar sin clasificar ni nada. Que no sólo es que no clasifique adecuadamente y separe sólo el papel, el plástico, el vidrio y las pilas, sino que además siempre te encuentras cosas perfectamente comestibles y deliciosas para picar entre horas. Derrochón que es el chico, qué le vamos a hacer.

Buenas intenciones, ya os digo, todas. Pero cálculo de tiempos, ninguno, así que cuando llegó el Gafapasta a casa le pilló a Gelo clasificando unas mondas de patata y a mí entretenida preguntándole a un caparazón de pollo qué contenedor le vendría mejor. Toma alarido y toma sobreactuación, que se puso a llamarnos cochinos mientras agarraba la escoba y se ponía a moverla con muy mala leche, que a cada sacudida le daba en el hocico a Gelete (yo ya estaba desde hacía rato debajo de una cama con el pobre caparazón, asustadísimo el chico oigan).

A ver, que yo intenté razonar con él y calmarle, pero cuando se pone así lo mejor es poner patas en polvorosa. "Gafapasa, hombre, que ha sido con buena intención". Y va él y me dice que la buena intención me la puedo meter por la epanadiplosis. Que como es medio intelectual sabe palabras raras para que no le entienda nadie cuando se pone ordinario, pero eso de la epanadiplosis a mí me sonó fatal y me marché a mi escondrijo toda digna y el Gelo soportaba amagos de escobazo con cara de balada de Dyango, el pobre.