jueves, 16 de julio de 2015

COMO EL ROSARIO DE LA AURORA



El Gafapasta tiene muchos decires y cantares absurdos, como para ir así de intelectualoide con deje popular. Por ejemplo, cuando me pongo a jugar a lo bruto con las gatas nos dice que nos controlemos, que vamos a acabar como el rosario de la aurora. 

- Oye, Gafapasta, y que es eso de la aurora.

- Pues como amanecer más o menos.

- ¿Y por qué Rosario estaba en la calle al amanecer? ¿Era pelandrusca? 

-No, a ver, que el rosario es una oración que se dedica a la virgen. 

- O sea, que la virgen sale de paseo al amanecer y le rezan. ¿Qué virgen?

- La del Carmen.

- ¿La vecina que va siempre de marrón? 

-Esa.

Ya sabéis que yo soy inglesa y anglicana (Mamiglenda decía "anglicanorra" porque siempre me llamaba cosas bonitas) y enseguida todo esto me ha olido a procesión, y a mí me dan miedo las procesiones. Pero tampoco me parece bien que Maricarmen se pase el día encerrada y está bien que salga de paseo de vez en cuando. 

- ¿Podemos ir, podemos ir?

- Pero a ti te dan miedo las procesiones.

- Pero entonces ¿es un rosario o es una procesión?

Empieza a mirarme con cara de odio, la tarde promete. 

-Las dos cosas.

-Bueno, pues mañana por la tarde vamos y llevamos a Gelo.

- No puedes ir por la tarde, es al amanecer.

-¿Y no hacen otro pase? Es que al amanecer estoy dormida.

- Pero es que si hicieran otro pase no sería rosario de la aurora.

-Ya, pero ¿y si no me despierto?

-No te preocupes, te despiertas seguro, cari.

-¿Tú has ido alguna vez, Gafapasta?

-Claro, de peque. 

-Entonces tú sabes cómo termina ¿no? 

- Con chocolate con churros en Áliva.

-O sea, ¿que si me peleo con las gatas nos llevas a merendar?

- Justo en eso estaba yo pensando.

- Cretino.

- Cerda.

-Yo cerda no, yo perrinalinda.

Y me voy muy contenta a la cama después de cabrear al jefe, pero es que tengo muchas cosas que preguntar porque las únicas preguntas tontas son las que no se hacen (Gelo nunca pregunta) y además si no investigo cómo voy a prosperar. Me tumbo, ronco y trato de soñar con los angelitos, pero no puedo porque cuando estoy a punto se escuchan muchas voces absolutamente desafinadas gritando "Veeeeeen con nosotros al caminar, Santa María veeeeeeeen". No acabo de decidir si son ovejas balando, pero esas dicen beeeeeeee y no veeeeeeeen, o si es el fantasma de Glenda llamándome, pero Mami no me llamaría María, me llamaría "poligonera idiota". Las voces desafinadas siguen cantando "Saaaaanta, santa María madre de Diossssss". El ruido es tan horrible que entro en pánico, me despierto y me pongo a ladrar desesperada contra los cielos. El Gafapasta se despierta y gruñe; Gelo se despierta y dice ayayayayayayay; las gatas roncan. Yo ladro a todas las ventanas a la vez asustadísima mientras los cánticos diabólicos continúan. El Gafapasta me manda callar, yo ladro, el Gafapasta se levanta de la cama, intenta perseguirme, se tropieza con la cama y se da con la nariz en el suelo. Sigo ladrando. El Gafapasta me persigue descalzo pisando trozos de hueso punzante estratégicamente olvidados por el pasillo. Aúllo y ladro. Me atrapa el Gafapasta y me cierra la boca, gimo y gruño, gruño y gimo. Las voces ululan "ruega por nosooooootros, por nosotros pecadoresssss".  Intento recordar cuándo he sido tan malo como para que me envíen la octava plaga de Egipto en forma de música popular gritada. Las voces diabólicas terminan, yo me callo, el Gafapasta me suelta el hocico, vuelvo a ladrar, me mira fatal pero dice que ya pasa y trata de volver a dormir. Le chupo la boca un rato y cuando ya no puede más de asco le pregunto

-¿Y el chocolate con churros?

Esquivo el puñetazo y me voy a un rincón pensando que el Gafapasta es un malqueda, que no cumple las tradiciones y que quiero un rosario de la aurora que termine como Dios manda y la vecina Carmina se merece.