martes, 5 de julio de 2016

EN 2017, A MADRID PARA EL DOG WORLD PRIDE


Esto de construir identidades me aturde un rato. A ver, soy perrinalinda, poligonera, pre-choni, adoptada, escritora escapista, inglesa post-brexit, cisgénero, heterosexual, ladronzuela y mariliendre. O sea, diversa a tope. Y como soy mariliendre a tope también, que para eso tengo un mariquituso gafapasta para mí sola, estoy muy comprometida con la igualdad, la dignidad, la diversidad y el despiporre, cuanto más junto y mezclado mejor.
 
Me estoy cansando de caraculos amargados mariconsones o heteroquitas que critican por criticar el Orgullo LGTBI porque les parece feo, escandaloso, y como no es triste y legañoso no sirve para reivindicar y además no les representa. Como si alguien tuviera intención alguna de representar a caraculos amargados. A mí me gusta el Arcoíris, me gusta la juerga, me gusta morder a la policía, al alcalde Pavisoso, al obispo y a toda autoridad que se me ponga a tiro de colmillo, me gusta reivindicar a pleno ladrido y me gusta el mogollón. Así que he decidido reservar ya perrera en Madrid para el año que viene y la celebración del World Pride y bajar a la capi con Gelo y las Gatas para montar follón. Perras y perracas en el Orgullo hay bastantes, qué queréis que os diga, pero mi donaire pinturero y mi desparpajo se están haciendo ya absolutamente imprescindibles.
 
Para Gelo tengo ya preparado un trikini de papel albal y una peluca fucsia con un cardado súper pasado de moda y gafas de Lolita. Me ha mirado fatal y ha dicho ayayayayayayay pero cuando le he dicho que es todo por la dignidad absurda del Gafapasta se ha callado, aunque no le veo ni convencido ni combativo. A ver si va a resultar ahora que los perros ingleses, heterosexuales, cisgéneros, moñas y sin cataplines no van a valer para perros travesti.
 
La gata tonta irá vestida de monja, como siempre. Una sierva de María en plena mani del Orgullo siempre da una nota de color. Negro.
 
La gata mala llevará un abrigo de piel de rata como si fuera Cruella de Vil. Y otro pelucón discreto, esta vez rastas de color lima chillón.
 
Yo voy a ir con las tetas al aire, con las ocho, que es más o menos lo que hago todos los días. Pero voy a ponerme un tocado de plumas de pavo real Josephine Baker Style en el cogote y a desempolvar unos taconazos de Louboutin absolutamente espectaculares de la herencia de Mami Glenda para participar en la carrera de tacones de la calle Pelayo.
 
La próxima vez que me escape (sí, Gafapasta, sí, llevo meses maquinando la fuga) lo haré con taconazo y así practico.
 
Qué escándalo va a ser todo, qué escándalo.