lunes, 29 de junio de 2015

ANA BOTELLA JUEGA A LAS ALTURITAS



Anabotella, la gata mala, lo está pasando mal, pobre. Ya os conté que con tanta conspiración, tanta intriga y tanta perversidad estaba perdiendo la cabeza, que tras escuchar en las noticias que su homónima la de Ánsar era alcaldesa de Madrid comenzó a pasear pasillo arriba pasillo abajo con vara de mando en los colmillos, rabo enhiesto y bigote retador diciendo "Soy la alcaldesa". Lo mismo se pensaba que Madrid era el nombre en clave del cuchitril este en el que el Gafapasta tiene organizado el zoo.

Para evitar un trauma a la malvada minina, el Gafapasta escondió los aparatos de radio, las televisiones, los accesos a internet y los periódicos, para que no leyera que Ana Botella dejaba la alcaldía y tuviéramos que renunciar a las golochuches para pagar un pastizal a un psicólogo gatuno. Pero las vecinas, majas ellas, se comunican a griterío rampante y hace dos días que se escuchó hasta en Calatayud "MARIIIIIIIII, QUE HAS VISTO QUE LA BOTELLA SE QUEDÓ SIN ALCALDÍA Y TIENE TODO EL TIEMPO DEL MUNDO PARA CONTAR MANZANAS Y PERAS Y HACER MACEDONIAAAAAAAAAAA".

La gata petó y empezó a refunfuñar que ella se merece lo más alto, que tiene que ser como poco archienemiga de alguien, bufó a Gelo, arañó a la gata tonta, se me acercó pero pude controlar el ataque diciéndole bajito "Te rajo, micifuza, como te acerques te rajo", mató dos moscas y en medio de un remolino de ira nadie sabe cómo la vimos de pronto encima del ropero . Eso significa o que conserva unas buenas patas para saltar a pesar de los años que ya va cumpliendo o que es verdad lo que dice el Gafapasta de que esconde libros de brujería con nombres espeluznantes como Necronomicón y cosas así y que la Inquisición debería hacer algo. Porque no había forma humana ni gatuna de llegar a la cima del armario. Ni de bajar.

Que eso sí que fue una fiesta. Al cabo de un rato paseando por las cumbres, se le pasó el berrinche y quiso bajar a por un poco de pienso y a ronronear al Gafapasta en plan aquínohapasadonada rrrrrrr rrrrrr . Vértice derecho, gata asomada, huy qué miedo y qué alto, camino hasta el vértice izquierdo, gata asomada, huy qué miedo y qué alto, viraje al centro, gata asomada casi colgada del centro del armario, huy qué alto y qué miedo. Abajo Gelo "ayayayayayayay qué alto ayayayayayayayay", Tiberio la tonta preguntándose "¿Es un gato? ¿Es un avión?", Perrinalinda "Será tolai y absurda" y el Gafapasta partiéndose el cuadro y de camino a la cocina "Cuando termine de hacer la comida si no ha encontrado cómo bajar habrá que ayudarla".

A media fritanga dejó de ser necesario el plan de rescate, porque esta bicharraca por una patata frita se tira desde el Aconcagua sin mirar. Por la cocina la dejamos medio mareada, con el bigote vendado y una tirita en el ego musitando "Soy importante, soy alcaldesa, me merezco lo más alto, matad a Supermán". 

En fin, Gatas. Puff.

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