martes, 10 de diciembre de 2013

¿QUÉ FUTURO TIENE UNA POLIGONERA?



Hasta el Gafapasta se ha dado cuenta de que estoy madurando. Antes no le hacía ni caso y ahora finjo que le hago caso para que me deje correr como a mí me gusta, como loca del chirimiri para arriba, loca del chirimiri para abajo. Porque él no se entera de nada y de esto menos, pero en cuanto me coja confianza ruedo la segunda parte del aclamado éxito de Hollyguau, Perrina Linda a la Fuga. 

Pero está claro que una no puede ser poligonera y macarra toda su vida y llega un momento en el que tiene que tomar decisiones sobre el futuro. Y aquí es donde una se altera y se pone nerviosa pensando posibilidades. La que es chunga siempre será chunga, eso sí, y además es bueno porque en el patio del Insti rige la ley de la selva humana y en cuanto te despistas te pierden ese respeto ganado duramente a dentelladas y se ríen de ti hasta las maltesas pijas. Y es lo que me faltaba a mí, que viniera la estrafalaria de la Betty a buscarme camorra. Así que en clase Poligonera For Ever, oh yeah.

Pero después, qué pasa después. Y tras pensarlo mucho me he dado cuenta de que sólo hay tres salidas lógicas para una poligonera de raza como yo. Así que os las cuento con sus pros y sus contras y me hacéis una votación a referéndum, que ya luego haré yo lo que me dé la gana.

Opción A : De Poligonera a Choni del PP Valenciano . 

Está claro que el chonismo popular ha configurado toda una forma de ser originada en los polígonos de extrarradio de la Comunidad Valenciana. Ventajas, que lo mismo trepas en política y acabas de alcaldesa de Valencia, como esa Rita Barberá choni hasta los bolsos. Otra ventaja es que puedes ladrar y gritar y armar bulla todo el día y la gente lo ve como normal. 
Pero no me gusta nada la idea, porque tendría que teñirme de rubia camomila con tintes baratos y pasarme horas en el solarium hasta quedar tan achicharrada como la Ana Mato, que no es choni pero tiene los pellejos a punto de socarrat. Ni me veo de rubia falsa ni me veo de morena falsa porque otra cosa no pero yo soy perrina súper auténtica. 
Y además como lo diga al Gafapasta que me paso al PP, la tenemos liada en casa. Me dejarían de hablar hasta las gatas y Harley.

Opción B : De Poligonera a Putón Verbenero 

Yo creo que es la idea más ajustada al polígono como concepto. Y la más divertida de todas, y la que me deja más campo parar seguir toda chiflada y rechupeteando toda boca que se me ponga a tiro, que tengo yo mucho amor para dar. Ventajas está claro, que andas más suelta y más descocada y más despreocupada.
Para ser franca, desventajas no te creas yo que le veo muchas, porque al fin y al cabo es como ser poligonera con tacones. Eso es un rollo tíos, mira, los tacones, que voy yo más cómoda con las patitas en zapas. Y la ropa muy ajustada que te ahoga y se te mete por todos los intersticios. No sé yo si me haría a ir tan embutida después de años de comodísimo chándal de vestir.
Al Gafapasta le daría un parrús si me ve con minifaldas de cebra combinadas con blusas ceñidas de leopardo en vez de este pelaje espectacular Lemon Belton. Pero las gatas se morirían de risa y de envidia y a Harley se le caería la baba.

Opción C . Perrina Hipster 

Me han dicho que el hipsterismo está súper súper de moda. No sé muy bien en qué consiste pero también le veo ventajoso. Al final es como ser de polígono universitario, que también va con la madurez.
Los temas de conversación me echan para atrás, porque para ser hipster hipster tienes que ser existencialista, lánguida, hacer poses permanentes de interesante mientras hablas de la semiótica del Sálvame y acabas hablando de Mujeres y Hombres y Viceversa y de cotilleos. Antes podías irte de manifestación los 15 de mayo, pero como ahora te pegan pues ya no. También escuchan música rara con cara de fascinación turulata.
La parte buena, que beben gintonics, que es un combinado que me va a juego con el nombre, que puedo ir a poner copas los rindes a la Calle del Sol, El mono que chilla o El Metropol por ejemplo, y que puedo hacer cosas súper divertidas las largas tardes de invierno como cupcakes y jerseys de lana gorda con aspecto dejado y guarrindongo.
Al Gafapasta le parecería regular pero acabaría hasta el moño de cine pretencioso y música indie. Harley me desheredaría por pequeñoburguesa rancia. Las gatas me arañarían los jerseys y me robarían los cupcakes hasta ponerse gordísimas y explotar.


En fin, que ya me diréis vuestra opinión. Pero. Pero. Pero. ¿He dicho Mujeres y Hombres y Viceversa? ¡Yo lo que quiero es ser Tronistaaaaaaaaaaaa!

2 comentarios:

  1. está claro...putón verbenero, como tu tita.

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  2. Es que piensas en Tita Paris y lo de putón está más que clarísimo, pero claro, la gente dice que me ve más de hipster relamida e intelectualoide. Que estoy hecha un lío tan lío que se me hacen nudos los pelos de las orejas.

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