martes, 13 de mayo de 2014

CUANDO UN AMIGO SE VA … RECORDANDO A RAY


Ayer me puse yo toda triste, porque me dijeron que Ray se había marchado al otro lado del arco iris y se había instalado definitivamente en el cielo de los perros. Como Tío Harley y Mami Glenda. Y ya sé yo que no hay que ponerse triste porque los perrines buenos (y todos los perrines son buenos, no como las gatas, que son unas micifuces estropajosas y mucho menos como esos humanos que abandonan perrines y que ojalá vayan a un sitio muy feo y muy malo para toda la eternidad) van todos al cielo de los perros, y el cielo de los perros es un lugar maravilloso lleno de prados y de playas y de comiditas ricas y de golosinas y chuches y en cuanto llegas se te pasan todos los achaques y las tristezas. Así que sé que Ray estará bien, pero me da mucha pena porque lo mal se queda siempre aquí.

A lo mejor no conocíais a Ray. Ray era un labrador precioso, un poco vago y un poco culoncete, de mi edad, que siempre me dejaba a mí los juguetes y la pelota porque el prefería no correr detrás. Vivía con mi amiga Cala, una beagle molona y simpaticorra, con un viejuno alemán, Ronny, y con un viejuno westie, Rufi. También, claro, con su familia humana, que está formada por Luis, por Isabel y sobre todo por Pablo, que es un chico muy divertido y que quería muchísimo a Ray y que seguro que ahora está también triste. Porque igual que hay humanos que se portan muy mal, marítimamente con los animales, hay otros que tienen un corazón enorme y quieren mucho a los perrines y los miman y los cuidan y si se van al cielo de los perros los echan mucho de menos.

Pero hoy estoy un poco menos triste porque anoche cuando dormía se me apareció Mami Glenda en modo fantasma, que lo hace de vez en cuando para asustarme y criticarme y ponerme verde, y ya veréis lo que me dijo:

"A ver, tú, poligonera tontaina, que hoy no tengo ni ganas de asustarte de puro rancia y absurda y malvestida que eres, pero tengo que darte un mensaje importante: que votes a los ecologistas en las elecciones europeas. Bueno, ese no es el importante, el importante es que ha llegado Ray al cielo de los perros sin novedad y en cuanto ha llegado se le ha curado el riñón ese que tenía estropeado (que no sé yo con lo guapísimos que somos por fuera por qué estamos llenos de cosas extrañas que se ponen raras y caducan y se pasan de fecha como Cañete, que a mí se me esforrunció el hígado pero también se me puso estupendo nada más llegar) y como nos pasa a todos se sintió como un cachorrón feliz y empezó a jugar y a saltar, pero se cansó enseguida así que se fue a dormir a un sofá enorme, que como veis es lo más fantástico que Ray se puede encontrar. Que como yo soy muy dispuesta y muy metete ya le dije que no se preocupara, que me ocupaba yo de utilizarte a ti bien utilizada a ver si de una vez sirves para algo y haces de correo del zar y les cuentas a Calita, a Ronnie y a Rufi que estén tranquilos, que después de ir hacia la luz encuentras un sitio descansado y maravilloso, pero que tampoco hace falta que se den prisa. A Isabel le das dos lametones de su parte y unos meneos de rabo. Te echas encima de Luis un montón de tiempo y le achuchas y le das muchos, pero muchos mimos para darle las gracias, porque dice Ray que ha sido un perro muy feliz, muy bien cuidado y muy querido, y que le gustaría haberse quedado más tiempo pero que no ha podido controlar eso de los riñones.

Un mensaje muy especial me ha dado Ray para Pablo. Le puedes repetir lo del perro feliz y cuidado y querido. Pero lo que quiere que le digas, y como te equivoques en una coma te pudro, es, copia, que se te va a olvidar: "Pablo, gracias, muchas gracias por haber sido estos años el mejor amigo que un perro puede desear. No te voy a olvidar nunca, ahora que tengo toda la eternidad para recordarte, para esperarte. Y para soñar contigo todas las noches. Búscame en las estrellas porque desde una de ellas estaré vigilándote. Te quiero muchísimo y fue maravilloso a pesar de estar tan malito haber regresado a casa, para poder despedirme y regalaros mis últimas sonrisas y mis últimas sacudidas de cola".

Os dejo ya, que me estoy poniendo tontona.

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