jueves, 8 de mayo de 2014

QUE ME LA ESTÁN LIANDO...



Que los lo digo yo, tíos, que me la está liando el Gafapasta. Que yo perrina linda y pizpireta sí, pero también listuca y suspicaz cuando toca. Que ando yo muy tranquila por mi casa, tumbándome a pata suelta por donde me apetece sin más molestia que las gatas absurdas esas que me crecen en las tetas cuando estoy dormida (qué pegajosas son las malditas vampiras calóricas), y ya me la tienen que liar.

A ver, que compartir es bonito, que lo estudié en Educación Para la Ciudadanía. Y que yo quería mucho y mimaba más a Mami Glenda y era estupendo tenerla de compañía. Pero también estaba bien ser la niña mimada del Gafapasta y comerme yo todo y dormirme yo todo y echarle a él de la cama para tener sitio al biés sin competencia. Entonces quedamos un día para pasar y me presentaron a Tío Harley y me contaron que era un pariente motero y porreta que venía de vuelta de todo, y como me cayó bien pues qué le vamos a hacer, a pasar estrecheces. Pobre Harley, un día os contaré el flash que me dio cuando decidió marcharse, que no os lo he contado porque todavía tengo trauma infantil. Pero yo le mimaba mucho y le lamía los hocicos y le cuidaba todo lo que podía. Pero se fue con el Chico Guapo y Mami Glenda a cuidar estrellas y yo volví a estirarme y a tener toda la barraca esta para mí (las gatas no cuentan y el Gafapasta poco) y a comer muchas golosinas y a recibir mimos sin dividir por dos. 

El caso es que como ya os digo que me la están liando el otro día viene muy contento el Gafapasta y me dice ¡halaaaaa, de paseo! Yo yo, qué raro esto, porque estas son horas de modorra mañanera y no de paseo, pero una poligonera de bien nunca dice que no a la calle. Y qué alegrón que estaban Tita Sonia y Tito Berto y para allá que me fui corriendo, que a SOS Setter le tengo yo un cariño verdadero que ni se compra ni se vende, como dice la copla. Ellos están siempre rodeados de setters y perrines lindos y hasta hurones y gatos estropajosos y una cabra. Y me presentaron a un chico muy guapo que se llama Gelo y que es el pavo de la foto. Yo contenta, porque soy perrina linda y sociable, le saludé muy loquirrábica, y él me saludó un poco tímido, que dije yo, jo, qué mono. Y el me dijo "Yo mono no, yo perrín lindo". Que tuve que poner orden y decirle que ojito con los derechos de autor, pero que me parecía bien que me siguiera por el blog. También me presentaron a Lía, que iba de camino a su nuevo hogar. Pero a Lía la gruñí muchísimo y ella me gruñó y nos llamamos zorrupias y perracas en ladrido clásico.

Paseamos un poco y nos fuimos de cañas al Mimosa. Que fue cuando dije yo, Anubis del Amor Hermoso, aquí solo venimos el jefe, los tíos y los perrines cuando toca estrechez. Ya os lo digo yo que me la están liando. El Gafapasta que es un caradura ni me pregunta, ni me pide opinión, ni me informa. Pero como me temo lo que me temo he dormido anoche en todas las camas de la casa, un rato en cada una, para que quede claro quién es la bella durmiente del barracón, he hecho recuento de huesos y los he numerado con boli rojo y pasado lista a las provisiones de pienso, de golosinas y de avellanas. Y al Gelo ese ya le pondré yo en su sitio y le dejaré claras un par de cosas. Porque del problema de la vivienda no me libro, estoy viendo que no me libro. 

Siempre quedará la posibilidad de empaquetar a las gatas y mandarlas de vacaciones a Vanuatu, que es lo más raro que se me ocurre ahora mismo.

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