lunes, 18 de marzo de 2013

QUÉ MALAS SON LAS DROGAS. Y LAS CAJAS.


Como en el insti la bruja de literatura nos hizo leer Memorias de una vaca , de un tal Bernardo Atxaga, tengo claro clarinete que las vacas son tontas y que no hay cosa más tonta que una vaca tonta. Lo que no sé muy bien es si de tanto comer hierba un setter puede acabar siendo más vaca que perro y si esa transformación hace que te vuelvas bobalicón. Porque en ciencias voy fatal, me cae gordo el profe, y no entiendo nada de eso de guisantes verdes y guisantes amarillos, ni entiendo lo de Darwin, y además aprovecho la hora de ciencias para hacer más largos los recreos.

Pero me está preocupando a mí Tío Harley. Que sí, que me parece a mí que o le afecta el exceso de hierba, que nos dice la de educación para la perranía que la droga es mala malosa, o es tocho y pánfilo y un poco como la gata tonta.

O sea tíos, que yo entiendo que esté un poco desconcertado, y que a lo mejor es que ha sido más de campo que las amapolas y por eso se le enredan las patas por las escaleras y se hace nudos con la correa y coge siempre las farolas y los árboles por el carril equivocado y no acaba de entender el concepto "darse la veulta y elegir el ramal correcto". Aunque eso es requetedivertido y me lo paso yo bomba volviendo loco al Gafapasta llevando la correa para acá, para allá y liándola con la del Harley para que el Gafapasta se ponga a dar volteretas de bailarín y tener las correas en su sitio, se vuelva loco cambiándolas las manos y Tío Harley acabe atocinado y sin saber qué hacer y se siente. Porque ha decidido que cuando el mundo es demasiado complejo para él, o sea casi siempre, se sienta y mira con adoración al Gafapasta. De traca, tíos.

Pero el domingo este, o sea, ayer, es que ya fue lo más de lo total. Por la tarde nos damos un paseo a la orilla de la mar y el Gafapasta deja suelto a Harley para que corretee por la rampa del espigón de Puertochico y me deja atada a mí para que me fastidie. Y Harley se tira al agua para remojarse por el lado más absurdo y con menos sitio y cuando se quiere dar la vuelta no se sabe subir a la rampa otra vez y entonces se suelta y se pone a nadar para donde no es. Vaya número, Tío Harley haciendo los cien metros perro hacia la parte donde el muro es más alto, el Gafapasta saltando en plan atleta olímpico (juas) al pantalán, yo atada saltando al pantalán (con mucho más estilazo) para que no me parta el cuello, trote pantalanero, Tío Harley ni caso pero se da la vuelta, vuelve al punto de partida, el Gafapasta le trinca del collar y le saca del agua, Tío Harley se sacudo y empapa al Gafapasta y mira al Gafapasta en plan ayyy qué majo, tochuno del todo. Un número, tíos, un número, que si nos llega a ver la pija de la JeTTa tengo coñas en el recreo para dos meses.

Pero que luego sigue. Porque a saber cuánto tiempo llevaría el viejuno allí pero que hoy se levanta el Gafapasta y oye ruidos en la habitación caótica y resulta que Tío Harley tiene las patas de atrás dentro de una caja y las de delante fuera de la caja y la cara de ahora cómo lo hago. Que no sé yo muy bien qué nuerona utilizó para entrar en la caja, pero está claro que no llevaba la información "salir". Y otra vez el Gafapasta levantándole las patas y poniéndole en el suelo y el sentándose y mirando en plan ayyyy qué majo.

Hay una amiga del Gafapasta que dice llama a Tío Harley pánfilo. Yo pensaba que era por lo antiguo, como un Pánfilo de Narváez que estudiamos en historia, pero no, que lo dice por "cándido, bobalicón y tardo en el obrar". Y por Sarón dicen tocho, me cuenta mi Dallas Dalletas, pero lo de pánfilo le viene que ni pintado.

Eso sí, ricuras, autorización para llamar al tito pánfilo la tengo yo, la tiene el Gafapasta y haciendo un esfuerzo la tiene la Tere. Como os lo oiga a los demás, me pongo chunga. Que será tochuno pero es de la familia. ¿Queda clarinete?

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