viernes, 22 de marzo de 2013

RUIDOSO PAVISOSO



Me cuenta la gata mala, Anabotella, que yo de estas cosas no sé, que como el Alcalde de la Ciudad Smart tiene manía al Gafapasta y el Gafapasta al SmartAlcalde ese, pues ella, la tonta y Mami Glenda decidieron odiar a ese señor. Sobre todo Mami Glenda, que decía que a ella no le iban a cambiar la opinión, el gusto y el glamour las perras del pepé y que mono a lo mejor, pero que no daba nada de sí y que era un pavisoso. Y desde entonces en esta tribu en la que vivo se le conoce como Pavisoso. Con mayúsculas.

Me supongo que el Alcalde Pavisoso se habrá enterado por alguno de esos sistemas de espionaje que tanto molan molan tanto a los del pepé ese y como es el malo maloso de este cuento, ha decidido hacernos la vida imposible. Sobre todo, que soy perrina linda y pizpireta y por eso estoy toda acelerada desde la mañana a la noche y necesito descansar para estar bien requetechupi si hace falta, por ejemplo si me viene a buscar mi Dallas Dalletas al insti, o para estar bien requetechunga si toca, por ejemplo si tengo que morder el hocico a la maltesa pija en el recreo o se me atraviesa un cazador en el camino.

Pero en esta tribu no hay manera de dormir a pata suelta. Porque el Pavisoso del chirimiri ese ha mandado a sus hordas de camiones de la basura que pasen por cerca de nuestra camita a las tantas de la madrugada cada día, como a eso de las tres. Y en cuento la nena pilla el sueño reparador y está soñando con Mami Glenda cuidando nubes en el cielo pasa el maldito camión y se pone a hacer un ruido espantoso con las botellas si toca cristal o con la basura normal toque lo que toque. Y claro, me despierto, me ataco, me asusto, me cabreo, me pongo chunga, me caliento y me tiro contra la ventana a ladrar al camión cacoso y pestilente y rugiente. Y entonces se despiertan las gatas y me miran fatal y me dicen que o me callo o me arañan. Y se despierta el Gafapasta y echa pestes y juramentos en lenguas bíblicas en las que sólo entiendo Alcalde, Pavisoso y Mierda, y me llama muy majo porque sabe que yo no tengo la culpa y me pide que me calle y me tumbe a su vera siempre a la verita suya y me calle de una puñetera vez. Y Tío Harley no se despierta porque le gusta más dormir en otro cuarto y porque siempre está colocado.

Luego es un un horror la mañana, porque tengo unas ojeras espantosas y me estoy una hora en el tocador poniéndome mona y poder salir con una cara chupi que no desmerezca a los brillos del chándal.

Le he pedido una foto de Pavisoso al Gafapasta para llevarla siempre en la carpeta, junto a las fotos de Dallas y de Rin Tin Tin, y quedarme con su cara. Para morderle la canilla bien mordida si me le tropiezo por la calle y decirle que a la próxima le incrusto contra un camión mierdoso de esos. Ya estará bien.


2 comentarios:

  1. Gracias, por la sonrisa, casi risa, que has provocado. en este lunes un tanto plomizo. El Pavisoso, os va poner en la lista negra, esa que deja afuera a los ciudadanos que tenemos más de dos neuronas juntas. Un saludo, Regino. Reitero las gracias

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  2. Es que Mami Glenda ya lo decía siempre, que no era de fiar este y que a ella le gustaba mucho más de la muerte el Gafapasta. Y a mí me pasa lo mismo.

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