jueves, 14 de febrero de 2013

EL SEÑOR QUE CANTÓ Y LOS DERECHOS DE LOS PERRINES


Vosotros os pensáis que como soy perrina linda y atolondrada no me interesa lo que pasa en el mundo más allá de los límites de los polígonos botelloneros. Pero estáis muy requetemuy equivocados. Porque por ejemplo ayer por la mañana cuando estaba organizando el chándal y la mochila para ir al Insti puse la radio y estaban con las noticias y decían algo de un señor que cantó en el Congreso de los Imputados y que por lo visto la letra de la canción era que los perrines lindos y los demás animales no teníamos derechos a nada de nada de nada, que estaba bien querernos y cuidarnos, pero que no teníamos derecho ni a la vida siquiera. Vamos, como si fuéramos basurillas. Así que me puse muy triste y le preguntó al Gafapasta que si era verdad que no tenía derechos y que las gatas tampoco tenían derechos. Pero me dijo el Gafapasta que había entendido todo mal, que no tenía que confundir cantar con dar el cante, y mucho menos con un tal Toni Cantó, que era el que había dicho todas esas cosas en el Congreso de los Diputados y no de los Imputados aunque a veces se parezca. Y entonces ya no me puse triste y me puse un poco contenta y un poco enfadada.

Un poco contenta, porque me explicó el Gafapasta que muchos humanos defendían los derechos de los animales, y que había una Declaración Universal de los Derechos del Animal que trataba de asegurar que se respetara la vida, y las condiciones de vida de los animalines, y que no se nos hiciera trabajar a lo loco, y no se nos pudiera hacer daño, y se nos pusieran vacunas y se cuidara nuestra salud y todas esas cosas. Claro que eso ya lo sé yo porque conozco humanos estupendos que tienen claro que los perrines tenemos derecho a la vida y un poco a la libertad de correr como locas cariocas para ganar al viento. Y de hacer posturitas monas cuando vemos palomas y de gritar como cantantes de Camela cuando vemos gatos.

Pero un poco enfadada también porque el Cantó ese, que me cayó gordísimo de puro chungo, decía unas cosas muy feas aunque las quería disimular de bonitas, que dice el Gafapasta que lo que pasa es que no lee ni se informa y por eso ni sabe lo que dice. Porque el muy muy dice que no tenemos derechos porque no tenemos obligaciones, y eso no es verdad. Porque yo tengo la obligación de hacer los deberes del Instituto para que el Gafapasta no me llame vaga, la obligación de controlar mis cosas para que el Gafapasta no me grite y me llame cochina, la obligación de no escaparme para que el Gafapasta no me llame chiflada del chirimiri, la obligación de no volver loca a la Tiberio, más loca de lo que ya está quiero decir, para que el Gafapasta no me bufe y me diga que no moleste a las gatas. Aunque visto así, un estrés, no sé si lo que tengo son obligaciones o sólo un Gafapasta con el modo pesadoplasta on.

Y luego estuvimos discutiendo todos sobre lo de los derechos animales y el diputado que canta en clase de Educación para la Perranía, que la profe estaba indignada y todos estábamos indignados menos la Jennifer, que es una maltesa que se cree que por ser blanca y raquítica es mejor que los demás, que decía que ella tiene un collar magenta que le mola, como si eso tuviera algo que ver, pero a ver quién le mete a la absurda esa en la cabeza que es una absurda. Así que cuando tocó el timbre yo di un salto y grité ¡Cantó el último! y todos los perrines y perrinas salimos disparados a jugar porque ninguno quería ser como el tío chungo ese que defiende a toreros y cazadores y gentuza de esa porque dice que es arte y tradición. Y la tonta de la maltesa Jennifer llegó la última y nos reímos de ella por lerda y por patosa y por Cantó-sa.

#cosasquemolan : los derechos de los perrines, los derechos de los animales y los humanos guays.

#cosasquenomolan : el Cantó ese, el color magenta, y los humanos chungos.


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